En el extremo occidental de Bilbao Bizkaia, a menos de 30 minutos en coche de Bilbao, se encuentra Enkarterri, una de las comarcas más extensas del Territorio. La primera parada de esta ruta para descubrir los lugares más especiales de Enkarterri comienza en Sopuerta, donde los y las más pequeñas de la casa disfrutarán de la trepidante diversión entre los árboles que ofrece Sopuerta Abentura.

Si quieres hacer un viaje por carretera y disfrutar tranquilamente, se puede hacer un desvío a Galdames, donde espera la Torre Loizaga y su espectacular colección de vehículos antiguos, entre los que destacan los elegantes Rolls-Royce de todas las épocas.

Siguiendo hacia el oeste, ya en Karrantza, hay un desvió que hará las delicias de grandes y pequeños: Karpin Abentura, el centro de acogida de animales que permite ver en directo los osos, panteras, ciervos, canguros, avestruces, lobos, aves rapaces, y toda la fauna que allí se recupera y vive. Y por si eso fuera poco, tiene un área entera dedicada a los dinosaurios más conocidos del Jurásico, ¡Tyrannosaurus Rex incluido!

Unos kilómetros más adelante se llega a Pozalagua, una de las joyas geológicas de Bizkaia. Esta cueva casualmente descubierta en el interior de Las Peñas de Ranero es uno de los pocos lugares del mundo donde se pueden ver estalactitas excéntricas. El sublime espectáculo que ofrecen las formaciones que han crecido a lo largo de milenios en el interior de la tierra es tal, que uno de sus recovecos es conocido como la ‘Sala Versalles’.

La cueva de Pozalagua se encuentra en un extremo del Parque Natural de Armañón, uno de los espacios naturales más singulares de Bizkaia. Su particular clima hace que aquí crezcan especies vegetales poco habituales en Bizkaia, como encinares y hayedos, entre los que sobresale el Encinar de Sopeña. Además, sus montes kársticos, horadados por más de 200 grutas, son el hogar de diferentes aves rapaces, como águilas y buitres, e incluso de murciélagos y de un rico ecosistema que se puede disfrutar paseando en alguna de las múltiples rutas a pie que recorren el parque.

La ruta continúa hasta el extremo occidental de Bizkaia y llega a Lanestosa, una pequeña población que conserva todo su encanto medieval. En sus estrechas callejuelas aún se puede observar el trazado medieval de la localidad, y en sus palacios se aprecia la importancia que tuvo en el pasado como enclave de las rutas comerciales del Señorío de Bizkaia.

En dirección ya hacia Bilbao, hay que dirigirse hacia Balmaseda, la primera villa de Bizkaia. Cruce de caminos en la Edad Media, la relevancia en el pasado de esta preciosa localidad se puede apreciar en el Puente Viejo, erigido en el siglo XIII para salvar el río Cadagua; en la imponente presencia de la iglesia de San Severino, en la espectacularidad gótica de la iglesia de San Juan; y en los palacios que jalonan el trazado medieval de su casco histórico. Una visita imprescindible en Balmaseda es Boinas La Encartada Museoa, un entretenido recorrido por el pasado de la industria textil en la localidad.

La siguiente parada es en uno de los lugares más significativos de la identidad de Bizkaia, la Casa de Juntas de Abellaneda. Al igual que en Gernika, allí se reunían los representantes de los diferentes pueblos y concejos de Enkarterri para decidir sobre su gobierno. Actualmente la Casa de Juntas acoge el Museo de las Encartaciones, con una extensa colección que explica el entorno, la historia y la idiosincrasia de esta comarca.

Continuando la ruta en dirección este se llega por dos importantes poblaciones históricas de Enkarterri, Zalla y Güeñes. En la primera destaca su importante legado histórico, con palacios y ermitas que salpican su geografía; en la segunda, además de conocer las singulares casas y palacetes que construyeron los indianos - personas que hicieron fortuna en las américas - hay que visitar Arenatzarte, un jardín botánico con especímenes de gran valor ecológico y paisajístico en el que se pueden ver también esculturas de vanguardia.

Antes de regresar a Bilbao, se puede hacer una parada en la Ferrería de El Pobal, en Muskiz, donde aún hoy en día se pueden ver en directo exhibiciones del trabajo de los antiguos ferrones que tanta fama dieron a Bizkaia. Y, si el tiempo acompaña, nada mejor para terminar el viaje que acercarse hasta la playa de La Arena y disfrutar con un refrescante bañito en las aguas del Cantábrico o recorrer La Vía Verde de Itsaslur. Una ruta espectacular colgada sobre los acantilados de la costa más occidental de Bizkaia.