A pocos kilómetros de la ciudad, en lugares como el Parque Natural de Armañón, en las colinas del parque natural que rodea el monte Gorbeia (el más alto de Bizkaia con sus 1.482 metros) o entre los paisajes de ensueño del Parque Natural de Urkiola, se pueden realizar excursiones, seguir sendas aptas para todas las edades y disfrutar de rincones llenos de magia en contacto con la naturaleza y formar parte de una de las tradiciones más arraigadas en los montes del interior de Bizkaia, el pastoreo de ovejas.

Cerca de la increíble cueva de Pozalagua y sus estalactitas excéntricas - una auténtica catedral subterránea -, en las faldas del mítico Anboto - donde si prestamos atención tal vez veamos pasar a Mari -; o a la sombra del Biotopo Protegido de Itxina, los pastores y pastoras de Bizkaia nos abren las puertas de sus baserris - como llamamos en euskera a nuestros caseríos - para que disfrutemos de la experiencia de vivir durante un día su trabajo cuidando de las ovejas latxas, nuestra variedad autóctona.

Además de guiar el rebaño con la ayuda de los eficientes y fieles perros pastores, durante la jornada aprenderemos a ordeñar las ovejas a mano y a preparar queso fresco, cuajada o delicioso queso Idiazabal con su leche. Y, en función de la época en la que se haga la visita, tendremos que ayudar a los pastores y pastoras a esquilar las ovejas y a trabajar de manera artesanal la lana obtenida, o dar de comer con un biberón a los corderos recién nacidos.

Después de pasear y cuidar de las ovejas podemos dar un tranquilo paseo en familia por la Vía Verde de Arrazola, una ruta llana de 10 kilómetros en Atxondo, apta para cualquier edad y en plena naturaleza, que sigue el recorrido que hacía un antiguo ferrocarril minero entre barrios rurales, bosques, campas y baserris y con las bonitas vistas del Anboto de fondo. Para una jornada más animada cerca de Urkiola, lo mejor es acercarnos hasta Hontza Extrem, un parque de aventuras en Otxandio en un precioso bosque autóctono para saltar entre robles, hayas y acebos, con recorridos multiaventura para todos los públicos, practicar el tiro con arco, aprender a orientarse en el bosque o caminar descalzos disfrutando de la naturaleza con todos los sentidos.

La Arboleda, en el Valle de Trápaga, una antigua zona minera donde se extraía el famoso hierro de Bizkaia es hoy una zona de esparcimiento en pleno monte, llena de tranquilos senderos para pasear descubriendo las huellas de la actividad minera del pasado. Un lugar perfecto para pasear con la familia entre lagos creados de forma natural donde antes hubo minas, esculturas, zonas de juegos infantiles, barbacoas, merenderos, y hasta un campo de golf.

Para llegar a La Arboleda mientras se contemplan las mejores vistas del Abra, donde la Ría se une con el mar Cantábrico, hay que subir en el funicular de Larreineta, que lleva uniendo el centro del Valle de Trápaga con sus barrios mineros desde 1926. Y una vez en La Arboleda no hay que perderse una visita por las antiguas casas de madera de los mineros ni las famosas alubias que se preparan en sus restaurantes, uno de los muchos manjares de nuestra gastronomía.

Enkarterri, territorio aventurero

En Güeñes, en la comarca de Enkarterri, hay un lugar en el que los y las más txikis de la casa se pueden convertir en auténticos piratas y disfrutar como nunca. En el parque de ocio y aventuras Bizkaia Park Abentura todo está pensado para que niños y niñas de 1 a 15 años pasen una jornada de pura diversión, aunque las personas adultas también se pueden apuntar. y disfrutar de la experiencia.

Las actividades, adaptadas a la edad de los y las txikis, incluyen escapar de las redes de los bucaneros trepando por los árboles, bajando a toda velocidad en tirolinas, deslizándose por vertiginosos toboganes y disfrutar con las muchas sorpresas que encontrarán en los diferentes circuitos de aventura.

También en Enkarterri está Sopuerta Abentura, un parque de aventura entre árboles que no se querrán perder los amantes de la adrenalina. Con más de 100 retos, repartidos en 10 circuitos diferentes, que van desde los adaptados para que los puedan realizar los y las txikis desde los 2 años de edad hasta niveles solo aptos para quienes no tengan vértigo, la diversión en plena naturaleza está asegurada.

Juegos y retos, tirolinas, rocódromo, puentes andinos y tibetanos, ruedas gigantes, escalada, balsas de juncos, columpios y un sinfín de desafíos que superar volando entre las copas de los árboles y poniendo a prueba la habilidad y el equilibrio de los y las valientes aventureras de toda la familia.

Un destino que también hará las delicias de los y las más txikis de la casa en Karrantza es Karpin Fauna, un refugio de más de 55 especies de animales silvestres que no pueden ser devueltos a su entorno natural y que han encontrado aquí un hogar. Además de poder descubrir fantásticas especies como lobos, panteras, corzos y venados, aves rapaces, tortugas, iguanas, mapaches, macacos, titís… en Karpin Fauna nos enseñan a cuidar de los animales y de sus entornos naturales para evitar su desaparición.

Y, para redondear la visita, no podemos perdernos Gastornisland, un viaje al pasado para descubrir los animales que sobrevivieron a la extinción de los dinosaurios, y Terrasauro, donde veremos el trabajo de los paleontólogos en una excavación en busca de fósiles y dinosaurios animados del período Jurásico a tamaño real, incluyendo un rugiente Tyrannosaurus rex que asoma la cabeza detrás de una empalizada. ¡Toda una sorpresa para los más pequeños y pequeñas!