En Bizkaia lo tenemos todo, desde una impresionante costa donde disfrutar de unas playas preciosas donde podrás realizar cualquier tipo de actividad acuática hasta un interior donde podrás evadirte de la ciudad y perderte entre naturaleza y cultura.

El encanto de la costa

A lo largo de sus 150 kilómetros, la costa de Bizkaia nos ofrece unas panorámicas de postal. Las embestidas del Cantábrico contra la tierra han dado como resultado un paisaje de costa repleto de formaciones geológicas de valor incalculable como el acantilado de Punta Galea, el flysch en la costa de Getxo y Sopela o las almohadillas de lava de la playa Meñakoz en Barrika.

Gracias a estas y a la forma geográfica de su costa y la rica cultura y tradición marinera, Bizkaia nos ofrece un sin fin de actividades para disfrutar en familia o con amigos y amigas.

Nuestras playas

Dentro de las 28 playas con las que cuenta Bizkaia, podrás elegir la que más se adapte a tus gustos. Si lo que buscas es accesibilidad y que estén bien comunicadas te recomendamos visitar las playas de Ereaga, Arrigunaga, Sopela, Plentzia o Gorliz, a las que se puede acceder en metro. Estas playas son perfectas para pasar el día en la playa sin alejarse mucho del área metropolitana de Bilbao.

En cambio, si lo que buscas es descansar y alejarte de la ciudad, las playas de Muskiz, Bakio, Sukarrieta, Ibarrangelu o Lekeitio son perfectas para ti. Todas ellas de gran belleza, tranquilidad y contrastes, con unos hermosos entornos, perfectos para pasar el día.

Por último, la costa de Bizkaia ofrece actividades para los y las deportistas y amantes de la adrenalina. Por ejemplo, si te apasiona el surf, las playas de Sopela, Muskiz o Mundaka destacan internacionalmente por sus características para esta práctica. Por otro lado, si lo que buscas es un subidón de adrenalina, las playas de Gorrondatxe y Barinatxe y sus respectivos acantilados ofrecen la oportunidad de disfrutar de unas vistas increíbles mientras realizas parapente.

Nuestros pueblos costeros

Perderse en nuestros pueblos costeros es empaparse de nuestras tradiciones y costumbres arraigadas en el tiempo.

Bermeo es una villa que gira en torno al mar. Nos atrapa enseguida la belleza de su puerto pesquero y sus pintorescas casas. Desde la Atalaya podrás contemplar el cabo de Ogoño y la isla de Izaro. Otros lugares que no hay que dejar de visitar son el Museo del Pescador y las iglesias de Santa Eufemia y de Santa María de la Asunción.

Sin alejarnos mucho de Bermeo, podremos visitar San Juan de Gaztelugatxe. La pintoresca ermita se une a tierra firme a través de un puente de piedra y una lengua de tierra formada por dos grandes arcos. El puente se transforma en un estrecho camino con 241 peldaños que va de un lado al otro, en zigzag, hasta la cima. Una vez llegues veras la pared frontal de la iglesia con la campana en lo alto. La recompensa al esfuerzo merece la pena. Vas a ver uno de los paisajes más peculiares y bellos de esta costa nuestra tan brava.

A 35 kilómetros de Bermeo encontramos la villa de Lekeitio. Su actividad también gira en torno al mar. Destacamos también la belleza de su puerto. Podrás continuar la visita yendo a la playa de Isuntza e incluso, cruzar a la isla de San Nicolás si la marea está baja. Es imprescindible perdernos por las medievales calles de su Casco Antiguo. La imponente Basílica de la Asunción de Santa María, el palacio Abaroa o el faro de Santa Catalina son otros lugares que no debes perderte.

Siguiendo la ruta por la costa, llegamos a la última localidad costera de Bizkaia: Ondarroa. Se trata de otra villa pesquera muy interesante de visitar. Fundada en el siglo XIV, fue ganando terreno al mar y de ahí sus casas encaramadas en una ladera. La desembocadura del río Artibai forma una característica ría y con su no menos característico puente viejo. Por sus calles podrás visitar la torre Likona, el antiguo ayuntamiento, la iglesia de Santa María o la Antigua Cofradía.

La aventura del interior

Si la costa bizkaina es espectacular, el interior del territorio no se queda atrás. En la accidentada orografía de esta tierra la naturaleza se muestra en todo su esplendor. Puedes hacer cima en montes que tocan el cielo o caminar por valles dibujados por hermosos prados. En los tres Parques Naturales de Bizkaia (Armañón, Gorbeia y Urkiola) encontrarás todo tipo de sendas: desde sencillos paseos para divertirse en familia hasta los caminos por terrenos abruptos solo aptos para senderistas con experiencia.

Parque Natural de Urkiola

Situado en el extremo sur oriental de Bizkaia, en el conjunto montañoso que forman las sierras de Aramotz-Eskubaratz, los Montes de Durangaldea y la sierra de Arangio, el Parque Natural de Urkiola es uno de los más impresionantes placeres que nos ofrece la naturaleza a lo largo de siete municipios de Bizkaia y uno de Araba.

Cuenta la leyenda que Mari era la diosa principal de la mitología vasca precristiana. Habita en todas las cumbres de las montañas vascas, pero la más importante es la cueva de la cara este del monte Anboto, que atribuye a Mari el sobrenombre de "Mari de Anboto" o "Dama de Anboto”.

El Santuario actual, centro geográfico de Euskadi, es una obra neo-romántica que quedó sin concluir. Sin embargo, la torre del anterior aún permanece en pie. Asimismo, hay ermitas y zonas para albergar a visitantes y peregrinos/as en las romerías. Hay que resaltar la del Santo Cristo, dedicada a la Vera Cruz y la de Santa Apolonia o Santutxu, muy próximas al Santuario.

Sus principales actividades son el senderismo y la escalada, aprender sobre la flora y fauna del lugar o simplemente disfrutar tranquilamente del entorno.

Parque Natural de Armañón

Como nos ha encantado la experiencia del Parque Natural de Urkiola hemos planificado ya la siguiente escapada, esta vez al Parque Natural de Armañón.

Se encuentra ubicado en los municipios de Valle de Karrantza y Trucios-Turtzioz y en él podemos encontrar sitios de una gran belleza natural como la cueva de la Torca del Carlista, considerada la cueva subterránea más grande de Europa, así como la cueva de Pozalagua y la de Santa Isabel.

En la cueva de Pozalagua, la única visitable, podrás contemplar un mundo subterráneo de impresionante belleza, y admirar, además de estalactitas y estalagmitas, una de las mayores concentraciones del mundo de estalactitas excéntricas, que son las que crecen para cualquier lado. Los precios oscilan entre 4 y 7 euros, siendo gratis para menores de 8 años.

Otro rincón es el Anfiteatro, en el que se realizan actividades culturales gracias a la excelente acústica del lugar. Imprescindible es también visitar el Parketxea, que es el Centro de Interpretación del Parque Natural de Armañón y de los Montes de Ordunte. Impresionan las vistas desde su mirador, desde el que puede verse una excepcional panorámica del valle de Karrantza con los montes de Ordunte al fondo. Además, podrás descubrir parte del patrimonio industrial de Karrantza en una galería a 40 metros bajo tierra.

Y por supuesto, perderse y disfrutar libremente de la belleza del Parque Natural de Armañón.

Parque Natural de Gorbeia

Cumbres que rozan las nubes, afiladas rocas alzándose desde los pastos, cuevas donde viven las leyendas, humedales repletos de vida, bosques centenarios envueltos en calma, caseríos que mantienen nuestras antiguas costumbres, poblaciones llenas de historia...

Además, el entorno del Gorbeia, que fue declarado Parque Natural en 1994, conserva un rico patrimonio natural con una gran diversidad de paisajes. Uno de esos paisajes lo compone el humedal de Saldropo, en Zeanuri, un ecosistema único que se ha desarrollado en una antigua turbera y que actualmente alberga una vegetación particular de alto valor ecológico, especialmente para las diferentes especies de anfibios, reptiles, aves y mamíferos que habitan en la zona.

Otro de los paisajes inolvidables es el del Biotopo Protegido de Itxina, un conjunto de formaciones kársticas que muestra sus rocas mientras esconde numerosas cuevas y simas, algunas con más de 1.000 metros de altura. Es el corazón del Parque Natural, y conserva alguno de sus tesoros más preciados, como hayas centenarias o especies vegetales únicas, y unas panorámicas únicas de las grises formaciones rocosas surgiendo de la tierra. Especialmente llamativa es el Ojo de Atxalur, un hueco en la roca parece un portal a un entorno mágico

En las faldas del Gorbeia, Ubide es un pequeño pueblo en la frontera entre Bizkaia y Araba, con la particularidad de ser la localidad ubicada a mayor altura de Bizkaia (581 m). En las calles de sus dos barrios, San Juan y Madalena, aún se conserva la esencia de las poblaciones rurales de antaño, así como un importante patrimonio, como los restos de una calzada medieval que cruzaba la localidad pasando junto al ayuntamiento, donde se unen los arroyos Undebe y Zubizabala, para dirigirse hasta la iglesia de San Juan, del siglo XVI.