Si dispones de tiempo y puedes visitar todos los pueblos pesqueros de Bizkaia, vivirás una experiencia única, que recordarás toda la vida. Aunque sean las mismas aguas las que mojan los muelles de sus puertos, cada pueblo tiene sus propias leyendas y costumbres, un carácter diferente y su propia personalidad.

Ondarroa es un precioso pueblo ubicado en el este de nuestra costa. Un pueblo lleno de contrastes, en donde el monte y el mar se hacen uno. El río Artibai recorre la ciudad y por él se cruzan algunos puentes de interés turístico. Recorriendo las calles de su casco histórico, puedes ver la torre medieval de Likona o la iglesia de Andra Mari, ambas del siglo XV. Aparte de su interés turístico e histórico, Ondarroa destaca por el carácter abierto y agradable de sus habitantes y también sobresale por tener un euskera propio tan cerrado como delicioso. El mar, siempre presente, ha dejado huellas conmovedoras en el pueblo como, por ejemplo, las rocas de Saturraran, que parte de la leyenda de dos amantes del pueblo, Satur y Aran.

En Lekeitio o “Lekitto” (como la llaman los euskaldun zaharras) se respira paz y el olor de su puerto. Los antiguos arrantzales de la zona solían cazar ballenas, hasta que empezaron a desaparecer allá por los siglos XVII y XVII. Te llamará la atención la increíble oferta de bares y restaurantes que hay en su colorido puerto. El encanto de las pequeñas calles de su parte vieja es toda una invitación al poteo. Si tienes tiempo, te recomendamos dar el paseo desde la playa de Isuntza hasta la de Karraspio. Aprovecha cuando la marea esté baja para ir andando hasta la isla de San Nicolás, se puede recorrer sin problemas. Es una sensación mágica y difícil de describir.

Ea es un paréntesis en la naturaleza. Si no fuera por las señales de la carretera, nadie encontraría el pueblo. Ubicado en Busturialdea, al este de Ibarrangelu y al norte de Ispaster, los euskaldun zaharras lo conocen como Ie. El pueblo es pequeño, pudiéndose ver el centro del pueblo en tan solo 15 minutos. Ahí mismo encontrarás la parroquia de Santa María de Jesús y la iglesia de Santa María de la Consolación, conocida como Natxitua. En la zona del centro se puede ver una playa pequeña y el puerto también está cerca. Te recomendamos que sigas las escaleras que están enfrente del edificio Beletxe y visites la ermita de Talako Ama. La perspectiva del mar es deliciosa desde aquí.

Elantxobe es otro pueblo pesquero que merece la pena visitar. Situado bajo el monte Ogoño, el pueblo está construido en cuesta, entre dos acantilados. Al llegar allí, puedes adentrarte con el coche hasta el puerto o dirigirte a la parte alta del pueblo. Si quieres disfrutar de las vistas, tienes que aparcar el coche en la zona alta, que es a su vez, la parte moderna. Es tal la estrechez de sus calles que los autobuses utilizan una plataforma especial para poder dar una vuelta de 180 grados. Para visitar el puerto hay que bajar por unas empinadas calles de piedra. Ya en el puerto, veremos las piscinas de las mareas vivas.

La gastronomía de la costa este no te dejará indiferente. En estos pueblos pescadores, el rey es el marmitako, un guiso delicioso hecho con bonito y patatas. Es un plato con un origen sencillo porque era la comida que antiguamente preparaban los pescadores con lo que tenían en la cocina. Sin embargo, hoy en día es uno de los platos más reconocidos de nuestra gastronomía. Además del marmitako, los chipirones en su tinta, el besugo asado o las almejas en salsa verde, se tratan como auténticos tesoros salidos del mar.

Hacia el oeste

Ya nos adentramos en la costa oeste, en Mundaka o como era conocida por los escoceses en latín “Munda aqua”, es decir “agua transparente”. En este pueblo pescador de casi 2.000 habitantes podrás encontrar de todo: de su parte vieja llena de rincones interesantes como la iglesia de Santa María o el Casino. En una península al nordeste del pueblo, frente a la isla de Izaro, te encontrarás con la ermita de Santa Catalina, un edificio de transición entre el Gótico y el Renacimiento, datado de 1879. A lo largo del tiempo este estratégico cabo ha tenido diferentes usos, siendo el más destacado, el control de las entradas y salidas al estuario del Urdaibai.

En las calles de la parte vieja de Bermeo la brisa del mar y los fogones de los restaurantes convergen. Es una sensación muy agradable dar un paseo por los alrededores del puerto y dar media vuelta al llegar a su muelle. Así podrás obtener una imagen preciosa del puerto y del propio pueblo. En Bermeo, como en otros pueblos de Bizkaia, se cazaban ballenas. Para saber más acerca de esta práctica te recomendamos que visites el Museo del Pescador.

Qué espectáculo más bonito es ver la llegada de los barcos, llenos de pescado, al puerto de Armintza. Nada más llegar te darás cuenta de que en la pesca se fundamenta la actividad económica del pueblo. En las barras de bar de esta localidad predominan los pintxos de marisco. No te puedes marcharte sin probar bocado. En el pueblo predominan la calma y la tranquilidad, pese al sonido de las historias que cuentan los pescadores viejos de la cofradía y del característico ruido de las gaviotas. A pesar también de que en el otro lado del muelle se suelan oír los rugidos del mar.

En el Puerto Viejo de Algorta el ambiente es diferente. Está construido sobre un acantilado y cuando das un paseo por la zona parece que se ha retrocedido en el tiempo: las calles son muy estrechas pero tienen sin embargo el espacio suficiente para albergar bares y pequeñas plazas, rodeadas de casas antiguas. Parece como si tampoco hubiera pasado el tiempo por sus habitantes, por su carácter abierto y por sus formas de vestir. En homenaje a los arrantzales de Algorta, en las escaleras de acceso a las casas del puerto hay una escultura con dos pescadores mirando al mar.

Rutas

Comenzamos la ruta por los pueblos de la costa este. El punto de partida será Ondarroa. Para llegar allí desde Bilbao, tienes que coger la autovía del Txorierri (N-637) dirección Durango. Tan pronto llegues a Durango, continúa por la carretera N-633 hacia Markina-Xemein hasta llegar a Ondarroa. El recorrido dura aproximadamente una hora.

Si te alojas alrededor del Gran Bilbao, te recomendamos que empieces la ruta desde el este, para que puedas ver los pueblos que están más lejos primero y volver poco a poco

Ondarroa es un pueblo bello donde los haya. En su parte vieja te toparás con la torre Likona y con la iglesia de Andra Mari, ambas del siglo XV. Además del interés turístico e histórico del pueblo, los habitantes de Ondarroa destacan por su carácter abierto y por hablar un euskera propio: tan cerrado como hermoso.

Después de dar una vuelta por el pueblo, iremos hacia Lekeitio, o Lekitto, como dicen ellos, por la carretera BI-343. En Lekeitio se respira paz. Los antiguos arrantzales del pueblo cazaban ballenas pero estos mamíferos desaparecieron allá por los siglos XVII y XVII. Te encantará ver el ambiente de los bares y restaurantes de su colorido puerto mientras que el encanto de sus pequeñas calles son una clara invitación al poteo. Si tienes tiempo, te recomendamos que te deleites con un paseo desde la playa de Isuntza hasta la de Karraspio. Si la marea está baja, puedes ir andando hasta la isla de San Nicolás.

Una vez volvamos al coche, cogemos la BI-3238 para ir al pequeño pueblo de Ea, que entre los euskaldun zaharras se le conoce como Ie. En 15 minutos puedes recorrer el centro del pueblo, donde te encontrarás con la parroquia de Santa María o con la iglesia de Santa María de la Consolación, Natxitua. En el centro también verás una pequeña playa y un poco más lejos el puerto del pueblo. Te recomendamos que visites la ermita de Talako ama. Para llegar allí solo tienes que seguir unas escaleras que están enfrente del edificio Beletxe, de madera. Puedes disfrutar de una bonita perspectiva del mar desde aquí. Pese a que durante la temporada baja está muy tranquilo, en verano es complicado encontrar lugares donde aparcar el coche. La mayoría de jóvenes están cerca del puerto tomando el sol, cerca de sus transparentes aguas.

Continúa por la carretera BI-3238. Desde Ea hasta Elantxobe hay tan solo 15 minutos en coche. Elantxobe es un pueblo en cuesta, y fue construyéndose entre acantilados. Al llegar allí, puedes aparcar el coche en la parte alta o bajar hasta el puerto. De todas formas, si quieres disfrutar con una bonita panorámica de todo el pueblo, tienes que dejar el coche en la zona alta. Sus calles son tan estrechas que los autobuses que recorren el pueblo llevan una plataforma especial para poder girar 180 grados. Para ver el puerto, descenderemos las empinadas calles de piedra del pueblo. Merece la pena porque además se pueden apreciar las piscinas de mareas vivas.

Elantxobe es el último pueblo pescador de la costa oriental. Dependiendo de la estación del año, tendremos más o menos luz para poder visitar estos lugares antes de volver a casa. Si te apetece seguir por la costa, visita sin duda Laga. Desde su playa podrás admirar la belleza del monte Ogoño.

Ruta por los pueblos de la costa oeste

La zona marítima más cercana a Bilbao es la occidental de Bizkaia. Tan solo 20 minutos te separan del mar. Cada pueblo pesquero de la zona tiene características que merece la pena subrayar. Por ejemplo, en el Puerto Viejo de Algorta se unen la tradición y la juventud mientras que los pescadores de Armintza conservan la pesca tradicional.

Para ir desde Bilbao a Getxo, se coge la carretera BI-637 en dirección a Algorta. Una vez pasada la playa de Ereaga, llegarás al Puerto Viejo. Después de aparcar, sube las escaleras y adéntrate en sus pintorescas calles.

Al terminar el paseo, daremos un paso atrás en el camino y cogeremos la carretera BI-634. Dejaremos atrás Berango, Sopela y Barrika, hasta llegar a Plentzia por la carretera BI-2122. Desde Plentzia, nos dirigiremos a Lemoiz por la BI-3151 primero y después tomaremos la BI-3154. Esta carretera nos llevará hasta el puerto de Armintza.

Armintza tiene un encanto especial. Está alejado de cualquier pueblo y el silencio prevalece en la zona. Durante el día se puede ver a los pescadores poniendo a punto sus barcos, antes de salir y a la vuelta de la faena. Los bares tienen un ambiente muy popular y sus barras sobresalen los pintxos con txangurro (centollo), nécoras y caracolillos de mar.

Saliendo de Armintza, tomaremos la carretera BI-2120 para ir hacia Bermeo. Desde el coche si miras por la ventanilla izquierda verás las espectaculares panorámicas del pueblo de Bakio y de San Juan de Gaztelugatxe. A partir de este momento, tomarás una nueva carretera, la BI-3151 para llegar a Bermeo.

En la parte vieja de Bermeo, llenas de cuestas, tendrás la posibilidad de probar un marmitako excepcional en alguno de los restaurantes de la zona. Si ya se ha pasado la hora de comer, aprovecha para adquirir alguna de las conservas típicas de la zona: bonito, atún o anchoa, entre otras. Son de una calidad excelente e incomparable. En las zonas más altas de la parte vieja y del puerto de Bermeo disfrutarás de unas vistas preciosas.

Si continúas por la carretera BI-2235, desde Bermeo no tardas más de 15 minutos en llegar a Mundaka. Es más pequeño que el puerto de Bermeo pero sus aguas transparentes no tienen rival. El encanto de sus estrechas calles y de su ambiente familiar lo han convertido en un punto de encuentro de la zona. Aquí, además de la pesca, se celebra una etapa del campeonato mundial de surf y en verano se organiza el festival de música y gastronomía Mundaka Festival – The Basque Festival & Cook.

Cómo llegar

No tendrás ninguna dificultad para llegar a estos pueblos. Hay distintas líneas de Bizkaibus que llevan tanto a los pueblos costeros orientales como a los occidentales. Es importante que consultes los horarios de las líneas que te interesen porque el horario varía de la temporada de otoño-invierno a la de primavera-verano.

Son muchos pueblos y para poder visitarlos todos, emplearás bastantes horas. Por eso, te recomendamos que, si no vienes con coche propio, alquiles uno, así podrás planearlo con calma. Para realizar la ruta este tienes que conducir por la autovía del Txorierri mientras que, para empezar la ruta por la costa oeste, desde Bilbao, tomarás las carreteras N-637, N-633 y la BI-3438.

Gastronomía

Dónde comer

En cualquiera de estos pueblos podrás comer de maravilla, hay una gran variedad culinaria a lo largo de toda la costa. Antes de la comida propiamente dicha, es habitual tomar unos potes y picar algún pintxo. Si después del poteo sigues con hambre, puedes ir a comer a un restaurante. La especialidad de estos pueblos son los productos frescos del mar, sobre todo, el marmitako, el chipirón, las almejas en salsa, anchoas o el besugo… Lo tendrás complicado para encontrar pescados más frescos que estos.

Alojamiento

Dónde dormir

En cada pueblo encontrarás diferentes tipos de alojamiento. Sin embargo, tienes que tener en cuenta que al ser pueblos pequeños la mayoría del hospedaje que se ofrece es en hostales y pensiones, salvo excepciones. Si prefieres reservar habitación en algún hotel, tendrás que ir a los pueblos más grandes como Bermeo. Estos hoteles se suelen situar a pocos kilómetros del centro del pueblo.

  • Ten en cuenta que si quieres visitar todos los pueblos costeros te llevará un día entero por lo menos. Es importante que organices bien tu tiempo. Piensa que en cada pueblo hay muchos rincones por descubrir.

    • Horario

      Los únicos horarios que tienes que tener en cuenta para este itinerario son los de los museos. Por lo tanto, consulta los horarios de los que quieras ver antes de salir del alojamiento bien por teléfono o bien en sus propias páginas web.

    • Precio

      En las páginas web de cada museo tendrás acceso al precio de la entrada.

  • Ten en cuenta que vas a pasar muchas horas viajando. Por eso, es importante que el día anterior descanses para afrontar la ruta con energía.

    Además, te recomendamos que lleves un calzado cómodo y botellas de agua para refrescarte durante el camino.

    Como vas a recorrer muchos pueblos, te vendrá bien llevar dinero en efectivo para poder potear o irte de pintxos o para comer en un restaurante, sea cual sea tu plan.

  • Sin duda, de entre todas las fiestas de los pueblos pesqueros, la más famosa es el Día de los Gansos, de Lekeitio. Todos los años miles de personas se acercan el 5 de septiembre a la localidad, dentro de las fiestas de San Antolín. Estas fiestas tienen más de 350 años. Las cuadrillas son la fiesta de esta fiesta que se celebra en el puerto aunque antiguamente se realizaba en la plaza del pueblo. Los jóvenes montan en pequeñas txalupas, embarcaciones hechas a mano y tienen que coger a un ganso que está colgado de una cuerda, lanzándose al agua. La intención es cortarle la cabeza. Gana el que se queda con el resto del cuerpo. Antes, se hacía con el ganso vivo pero en la actualidad se utilizan gansos ya sacrificados. Es una de las fiestas más populares de Euskadi. Además, la jornada se completa con música y actuaciones callejeras.

    Las Fiestas de la Magdalena (Madalenas) son también muy populares en los pueblos pesqueros. La costumbre en esta zona consiste en que la alcaldesa de Bermeo, con representantes del pueblo, se acerca en barco hasta la isla de Izaro y lanza desde allí una teja al mar para mostrar el límite del pueblo. A continuación, el barco se dirige hasta el puerto del Elantxobe, y ante los representantes de Bermeo, Mundaka y Elantxobe se baila el Aurresku de Honor.