En la zona más oriental de Bilbao Bizkaia, Lea Artibai es sus pueblos pesqueros, localidades que conservan los oficios y el respeto por la mar; es sus valles recónditos, entornos naturales mágicos surcados por pequeños arroyos; es sus caminos, senderos ancestrales que llevan siglos conectando la comarca con el mundo; es su patrimonio, testigo de las personas que han vivido y pasado por la comarca a lo largo de los milenios; y es sus tradiciones, una identidad forjada por los siglos y que se refleja en el día a día de Lea Artibai.

Estos son algunos de lugares que no hay que dejar pasar en una visita a Lea Artibai:

Lekeitio: pasear por el Casco Histórico de Lekeitio es como volver atrás en el tiempo, cuando por las apretadas calles empedradas pescadores, marinos y aventureros se encaminaban hacia el puerto, donde aún hoy se puede ver cómo los barcos descargan sus capturas. Junto al puerto, el impresionante templo gótico de Santa María de la Asunción, que alberga en su interior el tercer retablo más grande de la Península. La cercana playa de Isuntza y la mágica isla de Garraitz, llenas de leyendas, son perfectas para pasar el día disfrutando del Cantábrico.

El Faro de Santa Catalina: a pocos minutos del centro de Lekeitio y sobre un acantilado se alza este faro, el único visitable de Euskadi, la luz que seguían los pescadores para llegar a salvo a puerto en medio de la tormenta. Además de unas impresionantes vistas sobre el Cantábrico, el Faro de Santa Catalina ofrece la posibilidad de descubrir más sobre cómo ha evolucionado la navegación e incluso subir a una txalupa virtual para experimentar cómo se pescaba antaño.

Ondarroa: la vida de esta villa marinera gira en torno a su puerto pesquero, el más importante del Cantábrico por su volumen de capturas. En su moderna lonja aún hoy se puede comprar el pescado recién desembarcado por la flota que faena en las aguas cercanas. Los puentes antiguos y vanguardistas que sobrevuelan el río Artibai son otra de las características que definen a Ondarroa. En la zona histórica destacan la Cofradía Vieja y la Iglesia gótica de Santa María, decorada con unas curiosas esculturas rodeadas de leyendas.

Markina-Xemein: el entorno urbano está repleto de torres y palacios medievales que reflejan la importancia de esta villa fundada en 1355. La Torre Antsotegi, la Torre Antxia, el Palacio de Patrokua, y el convento e iglesia del Carmen son una muestra de su patrimonio, que se completa con la Iglesia de Sta. María de Asunción de Xemein, la mayor de Euskadi, y su curioso cementerio neoclásico. Mención aparte merece la ermita de San Miguel de Arretxinaga, y sus tres gigantescas piedras. El frontón de Markina-Xemein es conocido como la Universidad de la Pelota, cuna de importantes jugadores, especialmente de la modalidad de cesta-punta.

Ziortza-Bolibar: en esta población del interior se respira el ambiente rural de antaño, ligado a la actividad de los baserris, al cuidado de las ovejas, al trabajo en las huertas. Desde el siglo XI la tranquila Puebla de Bolibar ha sido lugar de nacimiento de ilustres personajes, y en especial de los antepasados de Simón Bolívar, que cuenta con un museo en el baserri Errementarikua. La iglesia de Santo Tomás, con origen en el siglo X, es uno de los lugares de referencia de la localidad.

El Monasterio de Zenarruza: el día de la Asunción del año 968 las gentes de Bolibar asistieron asombradas a un suceso inusual: un águila cogía con sus garras una calavera del cercano cementerio y la depositaba entre unos matorrales, señalando el lugar donde debería de alzarse un monasterio. Este es el origen de leyenda de la antigua colegiata de Zenarruza, un conjunto arquitectónico erigido a través de los siglos que conserva muchas de sus dependencias, destacando la iglesia, el retablo, el pórtico y su magnífico claustro plateresco, único en Bizkaia.

Naturaleza desbordante: en la comarca de Lea Artibai la naturaleza se muestra en todo su esplendor. Cuevas como las de Abitxa o Erreka, en Amoroto, en las que se han encontrado vestigios de presencia desde la prehistoria; los cauces de los ríos Lea y Artibai, rodeados de bosques y prados habitados especies autóctonas de fauna y flora; las cumbres de montes desde los que se divisa el mar, como el Oiz - uno de los cinco montes bocineros de Bizkaia -; una costa dominada por verticales acantilados y por playas para todos los gustos: la peculiar Ogella, en Ispaster, que modifica su aspecto por la acción del mar; las playas de Isuntza en Lekeitio y Karraspio en Mendexa, unidas con marea baja y cerca del molino de mareas Manierrota; o la playa de fina arena de Arrigorri en Ondarroa, en el límite del Territorio.

Senderos por la historia: una de las más antiguas rutas del Camino de Santiago recorre Bizkaia en cuatro etapas, la primera de las cuales discurre por Lea Artibai. El Camino de la Costa entra en Bizkaia por Markina-Xemein y sale por Munitibar tras 23 kilómetros, pasando por lugares tan especiales como la ermita de San Miguel de Arretxinaga, la Torre Antxia, el Palacio Antsotegi, el convento e iglesia del Carmen, el Museo Simón Bolívar o el monasterio de Zenarruza. Otra de las sendas clave de Lea Artibai es la Ruta del vino y del pescado, los caminos que seguían ya en la Edad Media los comerciantes que intercambiaban los pescados de los puertos de la costa por el trigo y el vino de la meseta. Siguiendo los senderos de antaño, la ruta comienza en Ziortza-Bolibar y se divide en dos para alcanzar Ondarroa o Lekeitio.

Vivir las tradiciones: en Lea Artibai la vida continúa siguiendo los ciclos de la naturaleza. Una vida ligada al mar y a la pesca en los puertos del cantábrico y al baserri- nuestros caseríos -, fundamentos de nuestra reconocida gastronomía. Los deportes rurales, como el ‘harri jasotzea’ - levantamiento de piedras - o la ‘aizkolaritza’ - el corte de troncos - predominan en el interior, mientras que en la costa las regatas de traineras son las reinas. Las danzas populares tienen sus propias expresiones en Lea Artibai, como demuestran la ‘Kaxarranka’ y la ‘Eguzki-dantza’ de Lekeitio, la ‘Zahagi dantza’ de carnaval de Mendexa y Ondarroa o la ‘Xemeingo Dantza’ de Markina-Xemein.

Aventuras para todas las edades: además de rutas de montaña como la que va desde Amoroto hasta la ermita de Santa Eufemia en lo alto del Urregai, la GR-123 entre los límites entre Bizkaia y Gipuzkoa, o las sencillas sendas naturales junto a los ríos Lea o Urko, Lea Artibai ofrece multitud de oportunidades para vivir aventuras inolvidables: surf, coasteering, kayak, paddle surf, buceo, e incluso puenting en la costa; espeleología y escalada para descubrir cavidades escondidas y las paredes de la comarca; senderismo, rutas de BTT, tiro con arco… y hasta un parque de aventura en Mendexa en el que disfrutar con la familia de la adrenalina entre las copas de los árboles.