Visitar el interior de los museos, empaparse de la cultura de la ciudad, ir de compras por las tiendas más modernas o los comercios más tradicionales, pasear por los pequeños pueblos del interior anclados en el pasado, sentir el salitre en la cara en los puertos pesqueros de la costa, perderse en plena naturaleza en los parques naturales, disfrutar de los famosos pintxos en los bares y tabernas, enamorarse de una gastronomía única y, si la lluvia lo permite, hacer pequeñas excursiones para conocer algunos de los rincones mágicos del Territorio, son algunos de los planes que ofrece Bilbao Bizkaia cuando los días son más cortos

Estas son algunas propuestas para disfrutar de Bilbao Bizkaia cuando el tiempo no acompaña:

Un puente sin igual. Uniendo las orillas de Portugalete y Getxo sobre la Ría de Bilbao se alza el Puente Bizkaia, el primer puente transbordador del mundo. Esta gigantesca estructura de acero de 61 metros de alto es Patrimonio de la Humanidad desde 2006. Se puede disfrutar de las vistas del popularmente conocido como Puente Colgante desde ambas orillas, pero lo mejor es cruzar la Ría en su barquilla como se lleva haciendo desde 1893, o subir a su pasarela en un ascensor panorámico para ver la mejor panorámica de la Ría y su desembocadura.

Catedrales de Bilbao. La capital de Bizkaia tiene dos catedrales. La primera, la de Santiago, en el corazón del Casco Viejo, junto a las siete calles medievales originales y que es Patrimonio de la Humanidad desde 2015 como parte de los Caminos de Santiago. La otra, San Mamés, el hogar del Athletic Club, un moderno campo al que peregrinan hinchas de todo el mundo para sentir esa forma especial de vivir el fútbol que se respira en Bilbao.

Un museo del futuro. La silueta del Museo Guggenheim Bilbao en Abandoibarra se eleva custodiada por Puppy, el cachorro de flores que ya es la mascota de Bilbao, la impresionante araña gigante de Louise Bourgeois, y muchas otras obras de arte. El espectáculo continúa bajo la fachada de placas de titanio de este innovador edificio que ha redefinido la arquitectura, con una completa colección de arte moderno y exposiciones temporales que recogen todas las facetas de la creatividad humana del último siglo.

Nuestras raíces. Si algo simboliza la esencia de las libertades vascas es el árbol de Gernika. A la sombra de este roble y de sus antecesores se han reunido durante siglos los representantes de los pueblos de Bizkaia, y la Casa de Juntas sigue siendo a día de hoy la sede del gobierno de Bizkaia. Gernika también tristemente conocida por el bombardeo que sufrió durante la Guerra Civil, por lo que la histórica villa también se ha convertido en un símbolo universal de paz.

Palacios bajo tierra. Los trabajos en una cercana cantera descubrieron la cueva de Pozalagua en el Parque Natural de Armañón. Durante más de 50 millones de años se ha formado en el interior de la montaña un sobrecogedor espectáculo compuesto por estalactitas y estalagmitas moldeadas por el agua. Especialmente llamativas son las estalactitas excéntricas, que desafiando la gravedad se entrelazan en la sala central formando una asombrosa decoración.

Una cascada sin fin. En la frontera entre Bizkaia, Araba y Burgos, a pocos kilómetros de Orduña, nace de la forma más espectacular posible el río Nervión, precipitándose más de 270 metros sobre el valle a sus pies. Cuando arrecian las lluvias el estruendo del agua al caer es ensordecedor, y las vistas desde el mirador no son aptas para quienes tengan vértigo.

Una luz en el mar. Incluso en las noches de tormenta más oscuras el faro de Santa Catalina sigue iluminando el camino a los barcos que buscan refugio en los puertos cercanos. El único faro visitable de Euskadi es el lugar perfecto para descubrir la importancia de los faros y las técnicas de navegación. Incluso se puede hacer un viaje en una travesía virtual entre Lekeitio y Elantxobe.

Una isla de leyenda. Haciendo frente a los embates del enfurecido Cantábrico se eleva San Juan de Gaztelugatxe, un islote rodeado de leyendas unido a tierra por un puente. En el último de sus 241 escalones se cuenta que dejó su huella San Juan, que llegó hasta allí desde Bermeo con tan sólo tres pasos. Y al llegar a la cima dicen que hay que hacer sonar tres veces la campana de la ermita para ahuyentar los malos espíritus.

Fauna salvaje y dinosaurios. En la comarca de Enkarterri se encuentra Karpin Abentura, un centro para la acogida y recuperación de la fauna que acoge todo tipo de animales de 55 especies diferentes: lobos, osos, linces, panteras, búhos, halcones, ciervos, panteras… Además, en la zona del Terrasauro Karpin Abentura nos traslada al Jurásico para encontrarnos con los dinosaurios más populares. ¡Un planazo para toda la familia!

Aves de paso. En plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai se enclava Urdaibai Bird Center, un museo vivo en el que aprender sobre las aves que recalan en la costa de Bizkaia a lo largo de sus migraciones. Desde el propio centro o en los cercanos miradores se puede ver como anidan y crían en las lagunas del entorno, un verdadero paraíso para águilas pescadoras, ánades, cigüeñuelas, garzas, espátulas, golondrinas y un sinfín de especies.

Información sobre accesibilidad: Puente Bizkaia