Historia del Ferrocarril minero de la Galdames

Para poder transportar desde las minas hasta los cargaderos de la ría el mineral de hierro, a partir de la década de los 70 del siglo XIX, se constituyeron varias compañías mineras privadas de capital extranjero interesadas por el mineral vizcaíno.
Una de ellas fue el ferrocarril minero de Galdames, inaugurado en 1876 por la compañía inglesa The Bilbao River & Cantabrian Railway Co. Ltd

Un poco de historia

  • Para poder transportar desde las minas hasta los cargaderos de la ría los aproximadamente 210 millones de toneladas de mineral de hierro que se exportaron entre 1875 y 1950, fue necesario crear una compleja red de infraestructuras. Así, a partir de la década de los 70 del siglo XIX, se constituyeron varias compañías mineras privadas de capital extranjero interesadas por el mineral vizcaíno. Ellas comenzaron a planificar la construcción de ferrocarriles, esta vez de titularidad privada, ya que hasta ese momento el monopolio del transporte de mineral lo tenía el ferrocarril de Triano, propiedad de la Diputación Provincial de Vizcaya.

  • Uno de ellos fue el ferrocarril minero de Galdames, inaugurado en 1876 por la compañía inglesa The Bilbao River & Cantabrian Railway Co. Ltd. Este ferrocarril tenía más de 22 kilómetros de longitud y un ancho de vía de 1,14 m. Fue el ferrocarril minero más largo de toda Ezkerraldea-Meatzaldea ya que partía de La Aceña, en Galdames, bordeaba los montes de Triano y terminaba en sus cargaderos en la dársena de la Benedicta, en la muga entre Sestao y Portugalete, donde todavía hoy se conservan algunos restos.

  • Los materiales extraídos en las minas llegaban al espacio conocido como «dársena de Galdames», junto a la ría del Ibaizabal-Nervión, tras cruzar los municipios de 29 Galdames, Muskiz, Abanto-Zierbena, Ortuella, San Salvador del Valle (hoy Valle de Trápaga-Trapagaran), Portugalete y Sestao. El último tramo era un largo túnel, de 620 metros, que desembocaba en la amplia plaza para depositar el mineral en la dársena, hoy conocida como “La Benedicta”.

  • Junto a uno de los puertos de mineral la compañía edificó, además, el barrio de La Balastrera, dotado con viviendas para las personas que trabajaban en las minas y la casa del inspector.

  • Junto al trazado, parcialmente recuperado como vía verde, podemos hoy contemplar las huellas de infraestructuras mineras: planos inclinados, puertos de mineral, cargaderos… Cuenta con seis túneles, cuatro de los cuales superan los 100 metros de largo, y nueve puentes que salvan los diferentes barrancos por los que discurría el ferrocarril.