Historia de El laberinto del hierro de Sestao

A través de su ruta obrera “El Laberinto del Hierro: 5 kilómetros de historia obrera” podemos conocen las vivencias propias del nacimiento del Sestao industrial: los problemas de la vivienda y las nuevas construcciones, los conflictos laborales, el rol de las fábricas, los espacios urbanos de socialización… 

Un poco de historia

  • Sestao y el hierro quedaron definitivamente unidos cuando a principios del siglo XIX al menos el 65% de su población se dedicaba al acarreo de este mineral. El hierro ha caracterizado su desarrollo industrial y urbano. Empresas emblemáticas dedicadas a transformarlo en acero o a construir imponente barcos requerían mano de obra que viniera a habitar las calles de esta auténtica “factory town”.

  • Si queremos buscar calles rectas y ordenadas, este no es el sitio. Sestao es una conjunción de calles que tienen su propia lógica interna, la lógica industrial. Una maraña ciertamente cautivadora que nos muestra un urbanismo propio de lugares 25 industriales. Un espacio que, desde la zona baja de las fábricas hacia la parte alta residencial, ha crecido a golpe de necesidad. Todo ello convierte a Sestao un auténtico laberinto del hierro.

  • Sestao no sería posible sin la industria, sin las fábricas. Sestao se va construyendo a partir de ellas: las calles y plazas se diseñan, las casas y barrios se edifican, los cines y las tabernas se llenan de personas… nada de toda esta historia sería igual si no existieran allí empresas como Altos Hornos de Vizcaya, La Naval, S.A., Babcock & Wilcox, Aurrera...

  • A través de su ruta obrera se conocen las vivencias propias del nacimiento de las poblaciones industriales: los problemas de la vivienda y las nuevas construcciones, los conflictos sociales, la movilidad de trabajadoras y trabajadores, la apertura de espacios urbanos… Esta ruta obrera centra su atención en un patrimonio material que refleja memorias, personas, tiempo e historia.