A la famosa 'Lisboa' de 'La casa de papel' le encanta recorrer los senderos de Bizkaia para relajarse y volver a conectar con la naturaleza

Además de albergar una impresionante variedad de fauna salvaje y de árboles y plantas, o de esconder cuevas y rincones de ensueño en los que parece que se ha detenido el tiempo, entre los valles y las colinas que los rodean se encuentran algunas de las poblaciones con más carácter e historia del Territorio: Orduña, Elorrio, Balmaseda, Lanestosa, Durango...  

Cerca de esta última villa medieval se encuentra el parque natural de Urkiola, y su sobrecogedor paisaje de bosques cerrados y paredes de roca cortadas hacia el abismo, un verdadero paraíso natural que se puede recorrer para descubrir con las más de 137 especies de animales que conviven entre 700 clases diferentes de plantas. Una de las rutas más accesibles para conocer este parque natural es la Vía Verde de Arrazola, que sigue el camino trazado por un tren minero hasta los pies del Anboto.

Urkiola está envuelto en leyendas y mitos. No en vano, en una cueva situada a 1.200 metros de altitud, justo debajo de la cima, se encuentra la principal morada de Mari, la Dama del Anboto, la diosa más importante del panteón vasco. Otro de los lugares asociados a la tradición en Urkiola es el Santuario de los Santos Antonio Abad y de Padua. En torno a estos dos santos se conservan sendas curiosas costumbres: el 17 de enero, festividad de San Antonio Abad, los animales domésticos son llevados hasta el santuario para que sean bendecidos y no enfermen; el 13 de junio, la festividad de San Antonio de Padua, una multitud gira en torno a una piedra que se haya en las inmediaciones. Como explica Itziar Ituño, una de las protagonistas de 'La casa de papel', "esta piedra es súper especial, hay una tradición alrededor de ella. Y es que, si le das siete vueltas, depende de en que sentido las des, puedes encontrar pareja o deshacerte de ella".

Otra de nuestras cumbres míticas es la del Gorbeia. Con sus 1.482 metros de altura, y en el corazón del parque natural del mismo nombre, la cima más alta de Bizkaia está coronada por la emblemática Cruz de Gorbeia. Es tradicional subir hasta el techo de Bizkaia el 1 de enero para dar la bienvenida al año nuevo. Hay quién, incluso, sube cuando aún está oscuro para ver el primer amanecer del año con unas vistas que dejan sin respiración.

Hay una amplia red de senderos que llevan hasta la cumbre entre robledales y hayedos que se pierden en el horizonte y pasando por extensas campas en las que pasta la oveja latxa que nos da el delicioso queso de Idiazabal. Merece la pena hacer un alto en el camino para conocer la cascada de Gujuli o los imponentes paisajes kársticos y las más de 500 cuevas moldeadas por el agua en el Biotopo Protegido de Itxina. Con tal abundancia de escondites, es normal que en ellas se dieran cita muchos de los seres de nuestra mitología, como lamias, basajaun y sorginas, las brujas que celebraban allí sus ritos. En una de ellas, en la de Supelegor, también suele hacer parada Mari, anunciando una buena cosecha ese año.

Aunque en ella no viva - que se sepa -, ningún ser mítico, la Cueva de Pozalagua es también un lugar mágico, lleno de intricadas estalactitas excéntricas creadas en la roca por el agua y el tiempo. Esta maravilla de la geología se ubica en el parque natural de Armañón, en la zona más occidental de Bizkaia. El verdadero tesoro del parque son las más de 200 simas y grutas que hay en la zona, además de la de Pozalagua. Destacan la Torca del Carlista, la cavidad subterránea más grande de Europa, y la de Venta Laperra, donde se ha encontrado un yacimiento con restos y figuras talladas del Paleolítico. 

Existen rutas con diferentes grados de dificultad para descubrir Armañón, Ranero, Los Jorrios, el Encinar de Sopeña y disfrutar desde los miradores del parque de un paisaje diferente gracias al particular microclima de este parque natural, con encinas y hayas mediterráneas que pueblan un panorama compuesto por abruptas cumbres de rocas calizas, siendo un entorno ideal para observar el vuelo de aves como el alimoche o el gavilán.

Pagasarri, Arraiz, Serantes, Kolitza, Oiz, Sollube, Ganekogorta, Alluitz, Eretza, Jata... Los montes de Bizkaia están llenos de senderos por descubrir.