En Bizkaia adoramos el buen vino y estar con la cuadrilla. Así que, para unir estas aficiones, con el tiempo hemos perfeccionado el arte de ‘potear’, tomar un vino con nuestras amistades charlando de la vida o cantando para pasar al siguiente bar para otra ronda. Claro está que no solo de buen txakoli se puede vivir, así que los pintxos surgieron para solucionar la necesidad de tomar algo sólido para seguir ‘de potes’, sumando otra de nuestras debilidades: la pasión por la comida.

Desde los huevos duros conocidos como ‘huevos de txikitero’ que se llevan devorando desde que se empezó con esta tradición, pasando por las mil y un versiones de la tortilla de patata o por la sublime y sencilla Gilda, y hasta las sorprendentes muestras de alta cocina en miniatura que encontramos hoy en día, los pintxos se han convertido en todo un acontecimiento, con acalorados debates sobre en qué taberna se preparan los mejores champiñones a la plancha y concursos para elegir los mejores pintxos de cada barrio o pueblo.

Aunque en toda la geografía de Bizkaia se pueden encontrar pintxos de primer nivel, uno de los lugares ineludibles para los amantes de estas sabrosas obras de arte culinario es el Casco Viejo de Bilbao, corazón de la ciudad y destino ineludible para #FoodLovers. Con cientos de bares, tabernas, cafeterías, tascas, garitos y restaurantes, las calles más históricas de Bilbao no sólo están llenas de leyendas y monumentos, también albergan una de las mayores - y mejores, según dicen en Bilbao - oferta de pintxos de Bizkaia y del mundo.

Pese a estar separadas por escasos metros, las cuadrillas tienen zonas por las que les gusta moverse: la Plaza Nueva, que ofrece el resguardo de sus soportales y un espacio amplio para las terrazas; la calle Somera, una de las más tradicionales para el txikiteo; la confluencia de las calles Santa María, Pelota y del Perro, siempre abarrotadas; Barrenkale y Barrenkale Barrena, más nocturnas; o la plaza Unamuno, y las calles María Muñoz e Iturribide, animadas durante todo el día.

En cualquiera de estas zonas, o en las calles colindantes, los pintxos son las estrellas de las barras, y desde la mañana hasta la noche se pueden degustar en sus establecimientos hosteleros algunos de los mejores pintxos tradicionales o innovadores de Bizkaia.

Lo único que hay que recordar cuando se va de pintxos por el Casco Viejo es que siempre hay que dejar un hueco para ir a comer o cenar en alguno de los restaurantes tradicionales de la zona. Porque en este laberinto de estrechas calles y pequeñas plazas también se encuentran algunos de los restaurantes con más solera de Bilbao, en los que se pueden degustar las recetas tradicionales que tanta fama han dado a nuestra gastronomía. Con el Mercado de la Ribera como proveedor de una materia prima de primerísima calidad, desde pescado de los puertos de la costa de Bizkaia a las carnes y las verduras que se producen en los caseríos del interior del territorio, los restaurantes de comida tradicional son un excelente lugar para probar nuestras recetas tradicionales: bacalao al pilpil o a la bizkaina, marmitako, txipirones, anchoas, merluza, pisto, piperrada, o una buena chuleta.

Fuera del Casco Viejo y de Bilbao también hay restaurantes y platos típicos para descubrir: la suculenta merluza a la ondarresa en la marinera Ondarroa; las famosas sardinas asadas de Santurtzi; o las alubias, se preparan especialmente ricas en dos lugares de Bizkaia. A uno se llega en un funicular casi centenario: La Arboleda, el antiguo centro minero en la que se preparan con todos sus sacramentos. Al otro se llega en tren recorriendo el estrecho valle del Cadagua: Balmaseda, la villa medieval en la que se preparan en ‘putxeras’, tal y como lo hacían los antiguos ferroviarios.

Es imposible decidir cuales son mejores, así que lo mejor es disfrutar de ambas, y mejor si es con un buen txakoli, el vino blanco afrutado crecido en las laderas sur bajo el influjo del aire del mar.  Si todavía nos queda hueco, toda buena comida tiene que terminar con un buen postre. Si eres amante del queso tu postre ideal es el queso con denominación de origen Idiazabal, elaborado con la leche de las ovejas latxas que pastan en las faldas del Parque Natural de Gorbeia, nuestra cima más alta. Pero también hay donde elegir entre las opciones más dulces, como la carolina, el pastel ruso, los ori-baltzak de Gernika y los cocotes de Markina-Xemein.

En Bilbao Bizkaia podrás deleitarte con el sabor de la cocina más tradicional, sorprenderte con las propuestas de las estrellas Michelin, probar las últimas tendencias de la cocina internacional o aprender a elaborar estas delicias en un taller de cocina.

  • Es posible que uno de los motivos que te haya acercado a nuestra tierra sea la gastronomía. Buena elección. La cocina vasca es una de las más reputadas del mundo y lo entenderás in situ.

    No te olvides de probar los pintxos. Estas delicias de la cocina en miniatura son una tradición muy nuestra que convertirá tu viaje por Bizkaia en una experiencia deliciosa para los cinco sentidos.