El castillo de Butrón se alza sobre una colina, entre robles y especies exóticas, en Gatika, en un entorno de enorme belleza que parece recrear los cuentos de los hermanos Grimm. Te recomendamos que aproveches la visita al exterior de este magnífico castillo para acercarte a lugares costeros cercanos como Plentzia, Armintza o Algorta.

Bizkaia es una tierra en la que abundan las casas-torre, sin embargo, los castillos brillan por su ausencia. Salvo uno. Por este motivo sorprende encontrarse con Butrón, el único castillo romántico que hay en Euskadi, un edificio que nos traslada a la Edad Media, a las guerras banderizas.

La historia de este castillo parece sacada de un cuento de hadas. Su origen se remonta al siglo XI, momento en el que se erigió una torre medieval sobre la antigua casa de los Butrón. En el siglo XVI esta torre se transformó en un castillo inconquistable, testigo durante siglos de continuas y sangrientas luchas entre los Gamboinos y los Oñacinos. Bajo estos dos bandos se dividía la nobleza rural vasca. Los señores de Butrón, cabezas del bando oñacino, ejercían su poder sobre el territorio. 

Al terminar las guerras entre ambos bandos, a principios del siglo XVI el castillo es abandonado y se va deteriorando hasta que, a finales del siglo XIX, el marqués de Torrecilla, último propietario de las ruinas de Butrón, encarga al político y arquitecto Francisco de Cubas su reconstrucción.

Inspirándose en formas góticas, nórdicas y fantásticas, el arquitecto recompuso la antigua fortaleza con almenas (prismas), cubos y ventanas, de estilo romántico. Con esta reconstrucción, el castillo se convirtió en un escenario de fantasía, alejado del prototípico castillo de la región. Está realizado en piedra labrada y trabajada. Como curiosidad, gracias al color de la piedra se puede apreciar de forma clara la parte más antigua.

El castillo en la actualidad

El castillo es una de las fortalezas más destacadas en Bizkaia. La visión de este conjunto alzándose hacia el cielo es impactante para quien se acerca a visitarlo. El edificio presenta una gran solidez con cuatro torreones, siete plantas y una gran variedad de motivos decorativos. Destacan los dos cubos circulares de gran anchura y con multitud de vanos, espacios libres entre los pilares de su fachada. El torreón, la estructura central del castillo, es del siglo XIX y se eleva por encima de todo el conjunto. De las antiguas ruinas solo se conserva la planta baja de uno de los torreones.

El castillo fue concebido más como capricho o atracción visual que como vivienda. En su interior se encuentran varios salones, una zona de recepción para invitados, la antigua capilla, un almacén de víveres, un pozo de agua natural, una biblioteca y una mazmorra.

En este sentido, el interior como casa habitable es incómodo porque ni las torres cuentan con demasiado espacio útil y algunos cuartos se conectan entre sí mediante pasarelas y escaleras al aire libre.

Actualmente el interior del castillo de Butrón no se puede visitar. Se espera que en el futuro esta situación cambie. Por ahora, podemos disfrutar de las vistas de su fachada exterior y del exuberante jardín de sus alrededores.

Rutas

Los alrededores del castillo de Butrón y su jardín albergan una reserva ecológica de gran valor con una rica flora y fauna repartida en sus 35.000 metros cuadrados. Además de las llamativas palmeras, en el jardín del castillo se distribuyen hasta setenta especies de árboles diferentes tanto exóticas como autóctonas, procedentes de todo el mundo entre las que destacan las secuoyas traídas de América, las palmeras y los robles.

Merece la pena dar una vuelta por sus alrededores. Su jardín botánico contiene más de 70 especies de árboles de todo el mundo

Dependiendo de la época, por el camino se pueden observar animales, sobre todo aves y ovejas. Es un paseo perfecto para realizar con niños ya que no presenta ningún esfuerzo físico extra y en este rincón de cuento podrán protagonizar su propia película de fantasía.

Además de los paseos y rutas cerca del castillo, si viajas en familia, te recomendamos visitar la casa de Olentzero en Mungia, a solo 9 kilómetros. Izenaduba Basoa es, además del caserío más antiguo de Bizkaia, el primer centro de interpretación de la mitología vasca.