Disfruta los soleados días de la temporada con los planes que te proponemos para huir del ruido de la ciudad: zonas verdes donde relajarte, fiestas de pueblos donde pasar un buen rato y eventos gastronómicos de lo más deliciosos.

Largos días luminosos, cálidas temperaturas, y de vez en cuando, lluvia. Así son las primaveras en Bizkaia. Una vez dejados atrás los fríos días de invierno, del 20 de marzo al 21 de junio, el sol ya calienta las calles y empiezan a aflorar mil y un planes para aprovechar las horas de luz: paseos por nuestros parques y jardines, deporte al aire libre o eventos gastronómicos.

Sin duda, las zonas verdes de Bilbao son las grandes protagonistas de la primavera, ya que ofrecen las mejores opciones para alejarse del bullicio urbano. El Parque de Doña Casilda, conocido popularmente como Parque de los Patos, es el parque más grande del centro, su pulmón verde. En él se pueden encontrar largas campas de hierba, circuitos de paseo, carriles para bicicletas, áreas de recreo para pequeños y mayores, canchas de baloncesto y terrazas. Aún así, lo que convierte a este parque en un rincón de lo más especial son sus los animales viven en él. El hogar para estos particulares “inquilinos” se ubica en el corazón del parque, un gran estanque. Aquí podrás apreciar distintas especies de cisnes, patos y peces mientras que en la zona que los rodea es fácil ver pavos, pavos reales y ardillas, todos ellos con sus correspondientes casetas para descansar el día a día.

Los Jardines de Albia, situados también en el centro de Bilbao, cuentan con muchos adeptos en la época primaveral. Al lado de la zona comercial de Abando, y junto al Palacio de Justicia, son muchas las personas que los concurren en los descansos de su jornada laboral. Aunque no es demasiado grande, está lleno de flores y árboles y estatuas que le dan un toque bucólico. Sus vistas a edificios emblemáticos de la ciudad como la iglesia de San Vicente o Sabin Etxea merecen la pena. Como curiosidad, desde el propio jardín podrás admirar la particular estructura del edificio Naviera Aznar, la versión bilbaína del Flatiron neoyorkino. Si te apetece un tentempié, la zona está rodeada de bares y restaurantes con barras llenas de apetitosos pintxos.

Además, tras pasar un rato en los jardines, es algo muy típico para los bilbaínos bajar al paseo de la ría, situado a pocos minutos a pie. Desde allí, se pueden tomar dos direcciones: tomar el sentido hacia el Muelle de Olabeaga y disfrutar por el camino de las vistas del puente  Zubizuri, el Museo Guggenheim o la Grúa Carola; o por el contrario, dirigirse hacia el Muelle de Marzana y pasar de camino por el Ayuntamiento, el Arenal, el Casco Viejo y el Mercado de la Ribera, el mercado cubierto más grande de Europa. No importa la ruta que tomes, ninguna te decepcionará bien vayas a pie, sobre patines o en bicicleta. Ambas tienen maravillosas terrazas al aire libre.

Por otra parte, uniendo el centro con los barrios de Uribarri y Begoña, en la parte superior del Ayuntamiento se encuentra el parque Etxebarria. Se trata del parque más grande de todo Bilbao y es donde antiguamente se encontraba la fábrica industrial más importante de la zona. Por ello, a día de hoy sigue manteniendo una gran chimenea de ladrillo en su centro. Es un parque emblemático y durante los días soleados suele estar lleno. Casi a diario se puede encontrar un gran gentío tomando el sol en la hierba, paseando al perro o, simplemente, disfrutando del momento con amigos. Además, es un lugar excepcional para los amantes del deporte: tiene pista de skate, circuitos para bicis y patines, aparatos de gimnasia y amplias zonas para realizar footing. El conocido campo de fútbol Maiona también se encuentra allí.

Ferias de primavera

Más allá de Bilbao, en los pueblos vizcaínos también hay actividades especiales para la temporada primaveral. Con la llegada del buen tiempo, suelen ser muy típicos los eventos gastronómicos y casi todos los pueblos suelen tener algún mercado. Aunque cada uno tiene sus particularidades, destacamos los más relevantes.

El Mercado Medieval de Balmaseda que se celebra a principios de mayo es una cita muy marcada. Con esa feria, Balmaseda, la primera villa de Bilbao, celebra su fundación. Así, aparte del mercado de comida tradicional local, los habitantes teatralizan distintos eventos históricos del municipio. De hecho, los balmadesanos se visten con prendas medievales como los antiguos habitantes de la villa. Además, también hay animales como ovejas, caballos o potros. ¡No te lo puedes perder!

En el otro extremo de Bizkaia, otra cita ineludible es la Feria del Pescado de Bermeo que tiene lugar a finales de mayo. Esta fiesta tiene como objetivo dar a conocer la tradición marinera y marca el inicio del periodo festivo. Por ello, es el primer día del año que se viste con la tradicional ropa de mahón azul (vestimenta típica de fiestas marineras vascas) y Bermeo se llena de ambiente con fanfarrias, euskal dantza (bailes vascos) y el sonido de trikitixas y gaitas.

Por otra parte, aunque la vendimia del txakoli comienza en otoño, en primavera ocurre el fenómeno conocido como “lloro” que determina el resultado final del vino al final de año. Por ello, algunos pueblos acogen en primavera su Txakoli Eguna (Día del Txakoli). Recomendable pasar por los de Zalla, Urdaibai y Lezama.